Ejerce una rápida acción detergente, limpiando a fondo todo el sistema
de alimentación y aumentando así el rendimiento del motor. Mejora la combustión
y reduce la necesidad de octano. Limpia y desincrusta las válvulas de alimentación.
Elimina la marcha irregular del motor, que recupera potencia y capacidad de
aceleración. Extiende los intervalos de mantenimiento y permite un ahorro de
carburante. Vierta todo el contenido del frasco en el depósito, mejor antes de repostar. Repita el tratamiento cada 6.000 km. Un envase es suficiente para el tratamiento de 50 l de carburante.